La Orientación y su Práctica
Proceso y disciplina
De
acuerdo a Echeverría (1993), es un proceso continuo, sistemático e intencional
de mediación y tendente a desarrollar la capacidad de autodeterminación de las
personas para que, basándose en criterios contratados, sean capaces de
identificar, elegir y reconducir, si es preciso, las alternativas ofrecidas por
su entorno hasta asumir los más acorde a su potencial y trayectoria vital.
Por
su parte el Código de Ética del Profesional de Orientación (Venezuela, 2001),
explica que la evolución de la concepción de la orientación permite definirla
como una disciplina, como un área de conocimiento enmarcado en las ciencias
sociales, dirigida al desarrollo del potencial del ser humano a través de la
consulta y asesoría psicosocial en forma individual y/o grupal en cualquier
etapa del ciclo vital. Así mismo, establece en su artículo 13 que:
Es
el conjunto de funciones y tareas cuyo propósito es generar el desarrollo de
las potencialidades de las personas en cualquier campo de acción y guiarlas en
su proceso de adaptación psicosocial ante los cambios evolutivos y eventos
imprevistos.
En otras palabras, la orientación es una disciplina que tiene como objetivo guiar al individuo a la comprensión de sus propias características, al desarrollo de sus potencialidades y la configuración de su ser, así pueda involucrarse y relacionarse de forma positiva y adecuada con su entorno (adaptación psicosocial). Se caracteriza por ser un proceso continuo de acompañamiento basado en consultas y asesorías individuales o grupales en cualquier etapa o trayecto del ciclo vital del ser humano con el objetivo de potenciar la prevención y el desarrollo humano en todas sus áreas, debido a que tiende a configurar un ser independiente, autónomo y capaz de tomar decisiones acorde a sus características personales.