6 de abril de 2021

1 de abril de 2021

Roles y funciones del Profesional de Orientación en tiempos de Pandemia


Ante la realidad actual

La actual situación de pandemia a causa del Covid-19, en algunos individuos ha causado un estado de desequilibrio a nivel emocional haciendo que vivan situaciones difíciles de angustia, cambio repentinos y frecuentes de humor, depresión, y un extremo se presentan casos de suicidios; es allí donde el papel del orientador es fundamental para la prevención, atención y guía de las familias y sujetos para lograr minimizar dichas situaciones y proponer diversas estrategias para hacer del hogar un espacio adecuado para el crecimiento, autoconocimiento, aprendizaje y autodescubrimiento.

Teniendo en cuenta que un profesional de orientación en el cumplimiento de su función, puede desempeñar diferentes roles, que dependen del contexto o área en la que se desenvuelve, este puede ser: mediador, asesor, promotor, consultor, planificador e investigador.  Es entonces, como el papel de orientador, se enfatiza aún más, para hacer frente a las necesidades contundentes que se vive, mediante el desempeño del roles como promotor y mediador, en los contextos comunitarios y educativos, en este último puede proponer y generar orientaciones y estrategias que contribuyan a mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, los cuales se han tenido que adaptar ante esta realidad social.

Asimismo el orientador debe implementar estrategias, que se adecuen a las necesidades de los estudiantes ante dicha situación, pues muchos orientadores que guiaban a sus estudiantes en el contexto escolar, ofreciendo sus servicios a atender algún requerimiento o necesidad, no pueden seguir realizando estos seguimientos de manera personal. Por lo tanto el orientador, debe buscar los medios y métodos para seguir el asesoramiento, en este sentido, se cuenta con recursos tecnológicos que ofrecen una amplia gama de plataformas virtuales que se adaptan a los estudiantes y que también pueden contribuir para que el orientador desempeñe el rol de asesor, lo cual permite interactuar y guiar a los individuos, dando propuestas para sobrellevar estos cambios. 

Considerando, que el ser humano y por tanto la sociedad se ve propensa a los profundos cambios y transformaciones producto del constante desarrollo histórico y eventos como los que se viven actualmente, el orientador debe prepararse constantemente para enfrentar los diferentes cambios que pueden afectar, asumiendo en su desarrollo y accionar, el rol de investigador incesante y permanente, debido la complejidad del ser humano y la sociedad misma, a fin de lograr adaptarse a las necesidades en la que los individuos requieren orientación o alternativas para la solución.

De esta manera, lograr promover herramientas personales en los sujetos que le permitan hacer frente a situaciones de ansiedad y estrés, que surgen al verse impactado el modo de interactuar y conectarnos con otros (relaciones interpersonales), debido al proceso de aislamiento social (cuarentena), para ello,  puede presentar métodos que permitan prevenir dichas situaciones o minimizarlas, que consideren de forma individual y colectiva al sujeto.

Esta situación que vivimos actualmente constituye un problema de salud que ha afectado a gran escala, por lo cual  el orientador es clave como promotor, jugando un papel importante en el contexto comunitario, para dar a entender a la comunidad que la salud es un bien colectivo, así formar a la población para que contribuyan de manera responsable de las medidas de prevención de este virus, en este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 83, establece que: “Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como deben participar activamente en su promoción y defensa”.